La Red de Noticias Económicas de Buenos Aires, Argentina, ha informado que mientras el mundo espera con ansias que los amenazantes vehículos eléctricos superen a los vehículos tradicionales con motor de combustión interna en 2035, una batalla a pequeña escala está surgiendo silenciosamente.
Esta batalla surge del desarrollo de las bicicletas eléctricas en muchos países del mundo. El rápido crecimiento de las bicicletas eléctricas en los últimos años, especialmente desde la propagación de la COVID-19, ha sorprendido a la industria automotriz.
El informe afirma que el mundo se ha vuelto más limpio gracias a las restricciones al transporte, y que la crisis económica ha obligado a un gran número de trabajadores a perder sus empleos e incluso a dejar de comprar bienes como automóviles. En este contexto, muchas personas están empezando a usar bicicletas y bicicletas eléctricas como medio de transporte, lo que las convierte en una alternativa a los automóviles.
Actualmente, existen muchos usuarios potenciales de vehículos eléctricos en el mundo, pero el costo adicional de estos los desalentará. Por ello, muchos fabricantes de automóviles piden a los gobiernos que proporcionen a sus ciudadanos mayor infraestructura eléctrica para facilitar su uso.
Además, el informe indicó que, para mejorar la infraestructura eléctrica, se necesitan medidas como la instalación de más puntos de carga. Esto se logra, en primer lugar, mediante la producción de electricidad verde o sostenible. Estos procesos pueden ser lentos, laboriosos y costosos. Por lo tanto, muchas personas han puesto su atención en las bicicletas eléctricas, y algunos países incluso las han incluido en sus políticas.
Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Países Bajos, Reino Unido y otros países europeos han adoptado incentivos para animar a la gente a usar bicicletas eléctricas para ir al trabajo. En estos países, los ciudadanos reciben una bonificación de entre 25 y 30 céntimos de euro por kilómetro recorrido, que se deposita en efectivo en su cuenta bancaria semanal, mensual o a final de año, sin pagar impuestos.
Los ciudadanos de estos países también reciben una ayuda de 300 euros para la compra de bicicletas eléctricas en algunos casos, así como descuentos en ropa y accesorios para bicicletas.
El informe comentó que el uso de bicicletas eléctricas para desplazarse tiene un doble beneficio adicional: uno para el ciclista y otro para la ciudad. Quienes deciden usar este medio de transporte para ir al trabajo pueden mejorar su condición física, ya que el ciclismo es un ejercicio ligero que no requiere mucho esfuerzo, pero que además tiene beneficios para la salud. En cuanto a las ciudades, las bicicletas eléctricas pueden aliviar la presión y la congestión del tráfico, y reducir el flujo vehicular.
Los expertos señalan que sustituir el 10% de los coches por bicicletas eléctricas puede reducir el flujo vehicular en un 40%. Además, existe una ventaja bien conocida: si cada coche de un solo ocupante de una ciudad se sustituye por una bicicleta eléctrica, se reducirá considerablemente la cantidad de contaminantes en el medio ambiente. Esto beneficiará al mundo y a todos..
Hora de publicación: 21 de marzo de 2022